miércoles, 26 de octubre de 2016

El PSOE y los celos

Es una historia harto familiar. El marido que descuida a su mujer. La ignora. Desprecia sus cualidades, todo lo que ella aporta a la pareja. No satisface sus necesidades sexuales y emocionales. Hasta que un día ella se lía con otro. ¿Y qué hace el marido entonces? Lo lógico, si quiere recuperar a su mujer, sería pedirle perdón, prometer cambiar y empezar a tratarla bien desde ese momento. Su única esperanza de arrancarla de los brazos de su competidor es volver a seducirla. Pero ya sabemos que en estos casos nadie se suele comportar de forma racional. Lo que ocurriría en realidad es que el marido sufra un ataque de celos, ponga a su mujer de puta para arriba y así acabe de arruinar su relación con ella. Porque, pudiendo elegir entre un marido maltratador y un amante apasionado, la cosa está clara. ¿O no?

No puedo evitar pensar que el PSOE se comporta como el marido celoso de la historia. Desde los 80 no ha hecho más que darnos cortes de manga a los progresistas. Nos hizo entrar en la OTAN en contra de su promesa electoral, hizo la reconversión industrial dejando sin trabajo a miles de obreros, toleró la corrupción en sus filas, se alió con la Iglesia y un montón de desmanes más. El PCE-Izquierda Unida nunca logró hacerle la competencia por la izquierda, quizás por exceso de dogmatismo y falta de flexibilidad... no lo sé. Pero entonces aparece Podemos, como el amante de nuestra historia, y le arranca al PSOE cientos de miles de votantes progresistas. ¿Y qué hace el PSOE? Lo mismo que el marido celoso de la historia. Ningunea a todos esos votantes progresistas que ha perdido, y que tendrá que recuperar si quiere volver a ser lo que era, y gira aún más a la derecha. Y encima con métodos antidemocráticos, rechazando al secretario general elegido por sus militantes.

Es fácil adivinar lo que va a pasar ahora. El PSOE no va a recuperar los votantes perdidos. Ya pedimos el divorcio, nos vamos para siempre con el otro. Seguirá perdiendo votantes por izquierda y Podemos logrará el sorpasso. Entonces el voto útil de izquierdas será el voto a Podemos. Votar al PSOE equivaldrá a darle el poder el PP, como lo demuestran los acontecimientos de estos días. Lo mejor que puede pasar es que el PSOE se muera pronto para que podamos construir un sólido bloque de izquierdas. Porque el PSOE nunca se aliará con Podemos, eso lo ha dejado clarísimo. Sería como si el marido celoso de mi historia formara un grupo de poliamor con su mujer y su amante. Impensable. 

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